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¿Qué es el Plasma Rico en Plaquetas (PRP)?

El plasma rico en plaquetas es un material biológico autólogo, es decir, que se obtiene de la misma sangre del paciente, tomando una muestra por una punción venosa, que posteriormente se centrifuga para separar los distintos componentes (glóbulos blancos, rojos, plaquetas, plasma). Una porción del centrifugado contiene plasma rico en plaquetas, que son las células que participan en la coagulación.​ Estas poseen una gran número de sustancias llamadas “factores de crecimiento”

Los factores de crecimiento tiene como función promover la migración y división celular. Estos factores tienen el potencial de estimular la respuesta reparativa de los tejidos dañados, por ejemplo en la Tendinosis,​ motivo por el cual se realiza este procedimiento.

En los últimos años se ha reconocido el potencial beneficio del plasma rico en plaquetas o PRP en el tratamiento de lesiones crónicas y agudas del sistema músculo esquelético (tendones, ligamentos y músculos).

Los factores de crecimiento o GF (de growth factor) son proteínas bioactivas que se sintetizan y almacenan dentro de los gránulos Alpha contenidos en el plasma rico en plaquetas,   junto con las hormonas y los neurotransmisores desempeñan una importante función en la comunicación intercelular. La función principal de los factores de crecimiento es la del control externo del ciclo celular, el aumento del tamaño celular es estimulado al incrementarse la síntesis proteica.

Las plaquetas son las células sanguíneas que se encargan de la coagulación de la sangre, pero además de esta función que es la más conocida, las plaquetas juegan un papel fundamental en la reparación y regeneración de los tejidos y estructuras dañadas.

La función de los factores de crecimiento no sólo es la de estimular la proliferación celular mediante la regulación del ciclo celular iniciando la mitosis, sino también el mantener la supervivencia celular, estimular la migración celular, la diferenciación celular e incluso la apoptosis.

Cuando un tejido se lesiona (fractura, ruptura, esguince o distensión) las plaquetas acuden por el torrente sanguíneo a la zona lesionada. Inicialmente se activan al contactar con las fibras de colágeno rotas, y al activarse se adhieren unas a otras formando un coágulo limitando la hemorragia y la progresión del daño. De forma simultánea al activarse comienzan a liberar al exterior el contenido de unos gránulos que se encuentran en su interior (gránulos alfa). Estos gránulos están rellenos de diferentes tipos de factores de crecimiento plaquetario, de los que hay descritos más de cien diferentes (TGF-B1, PD-EGF, PDGF,…etc) cada uno con una función diferente, pero actuando en conjunto con un único propósito: estimular la regeneración de los tejidos dañados.

Esta estimulación la realizan mediante tres mecanismos diferentes: estimulando la multiplicación de las células sanas que rodean a la lesión, aumentando el riego sanguíneo a la zona al estimular la formación de nuevos vasos y activando a las células madre adultas que hay en la zona para que se diferencien, cambien convirtiéndose en células especificas de las del tejido dañado.

Este es un mecanismo lento y progresivo que va consiguiendo poco a poco que las lesiones sanen, y lo que es más importante, sin que quede tejido cicatricial, sino sustituyendo la lesión por tejido sano normal. Toda curación en la que predomina el tejido cicatricial es una curación de baja calidad. Si una rotura muscular se repara con tejido conjuntivo, cicatricial, quedará una zona no contráctil, menos elástica y con más tensión, que tenderá a romper de nuevo. Si esa misma lesión se regenera con tejido muscular, volverá a tener las mismas características que antes de la rotura, sin que vuelva a romper en un futuro.

Con el tratamiento con PRFC lo único que hacemos es reproducir y amplificar el mecanismo natural de curación, llevándolo a zonas en las que por tener una pobre vascularización no se produce (cartílago, tendones), y además multiplicando su potencial al aportar un concentrado de factores tres o cuatro veces superior a la concentración normal en sangre.

Los factores de crecimiento desempeñan su función a muy baja concentración en los líquidos corporales, del orden de los picogramos. Actúan uniéndose a receptores celulares situados en la membrana celular que transmiten la señal del exterior al interior de la célula, mediante el acoplamiento de diferentes proteínas quinasas que se fosforilan y que activan una cascada de señales que acaba con la activación de uno o varios genes (transducción de señales), provocando una respuesta por parte del organismo que pone en marcha los procesos de regeneración natural para la sustitución del tejido destruido o deteriorado, por tejido nuevo o regenerado, acortando hasta un 50% el tiempo obtenido por los métodos convencionales.

Técnica de obtención del plasma rico en plaquetas

La técnica de obtención que aplicamos es a través de un sistema cerrado estéril y desechable, lo que permite su empleo en nuestra consulta minimizando el riesgo de infección. El proceso permite incluir o no leucocitos, pudiéndose si se desea seguir un método prácticamente idéntico al PRFC. Existen varias casas comerciales que proveen estos sistemas (BTI, PROTEAL, GMP, Orthogen), esto es por mencionar algunos pero al final todos los sistemas se basan en centrifugar la sangre extraída para luego separar la fracción del plasma rico en plaquetas (PRP) que es el inmediatamente superior a la fracción de hematíes; posteriormente se activa con cloruro cálcico o con trombina humana antes de su aplicación. Según sea el tiempo y temperatura, tras la activación podemos obtener desde un liquido para la infiltración hasta un compuesto solido gelatinoso maleable útil para sellar o compactar (gel de plaquetas o “moco”). Si solo interesase el moco adhesivo sin factores puede activarse el plasma pobre (PPP) obteniéndose un coagulo de fibrina.

Se prepara una jeringa de 5ml con mepivacaína al 2% (anestésico) puncionamos el sitio donde se va a aplicar, y seguido el PRFC. En raras ocasiones aparecen reacciones de dolor e inflamación que ceden en horas. Normalmente se aconseja la colocación de hielo en el sitio de puntura, restringiendo durante el día las actividades deportivas, pero se permite al paciente continuar con su vida normal. Según nuestra experiencia en cuanto a resultados se refiere, aconsejamos realizar 1 aplicación entre 15 y 21 días y no más de 5 a 6 aplicaciones.

Ventajas

Es un producto 100% autólogo o sea obtenido del propio paciente, por tanto biocompatible, reduciéndose de esta forma los efectos secundarios (alergias, rechazos, trasmisión de enfermedades) que pudieran aparecer como suele ocurrir con otras técnicas y procedimientos.

No se necesita de hospitalización, o sea es una terapia ambulatoria, donde una vez concluido el tratamiento el paciente regresa a casa.

Es compatible con el uso de otras formas de tratamiento, como es el uso de fármacos, la Ozonoterapia y las ondas de choque electromagnética los cual aumenta significativamente su eficacia.
Reduce el tiempo de recuperación del tejido dañado, hasta un 50%.

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